La primera vez que Juan Diego Bedoya sintió el peso real del cáncer, que desde hacía meses lo había llevado a múltiples especialistas y a resistir molestas sesiones de quimioterapia, fue un día en que quiso distraer sus malestares escuchando música con unos amigos. Aunque quizás estaba preparado para una descarga de timbales, Juan Diego...Leer más