El cáncer, en realidad, es un grupo de muchas enfermedades que tienen en común una proliferación exagerada de células que, de no controlarse, terminan por consumir en su desproporcionada reproducción, toda la energía vital, al punto de llevar al colapso del organismo.
Esa podría ser la explicación más sencilla del cáncer, una enfermedad que cada año cobra más de 9 millones de vidas y afecta a unos 19 millones de personas, según la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (Iarc).
Es tan común hoy en día que afecta a personas de todas las edades y puede aparecer en cualquier parte del cuerpo.
Carlos Castro, director médico de la Liga Colombiana contra el Cáncer, explica que puede presentarse por varias causas, muchas de ellas todavía en investigación, pero se ha probado que la aparición de tumores está determinada por el desequilibrio en la relación genética, ambiental e individual en que esté inmersa cada persona.
En algunos tumores existen marcadas tendencias de tipo genético y hereditario, como los de mama y ovario; y en otros priman los factores ambientales, como el de pulmón, impulsado por la contaminación y el cigarrillo; o el de piel, por la radiación solar, señala.
La exposición a las radiaciones ionizantes, los químicos y ciertos metales y compuestos, así como microorganismos y gérmenes, son también determinantes en la aparición de cánceres.
Según indica Castro, el amplio espectro de estos males impide tener elementos definidos y unificados para su diagnóstico y tratamiento. Sin embargo, afirma que hay un consenso en el sentido de que la identificación temprana de los tumores puede en todos los casos determinar la diferencia entre la vida y muerte.
Y, aunque en este amplio escenario se podría decir que el cáncer puede causar cualquier signo o síntoma, e incluso cursar sin ninguna señal de su presencia, se ha comprobado que hay indicios generales de que alguna enfermedad maligna está invadiendo el cuerpo.
Castro insiste en que su manifestación no puede asociarse inmediatamente con cáncer, pero tener cualquiera de los siguientes síntomas exige de manera urgente descartar su presencia. Con al menos uno de ellos, la visita al médico es mandatoria.
“Los signos y síntomas pueden ser más, pero si la gente está pendiente de estos cinco puede ahorrarse problemas mayores”, concluye.
- Pérdida inexplicable de peso
La evidencia científica ha demostrado que la mayoría de los cánceres, en algún momento promueven la pérdida de peso en quien los padece, en razón a que la expansión y crecimiento de las células tumorales, e incluso su siembra en diferentes partes del cuerpo, requiere de un alto consumo de energía que termina dejando a la mayoría de los tejidos normales en condiciones de déficit.
Este proceso es tan agresivo que termina por consumir estructuras vitales como músculos tras haber agotado las reservas de grasa. De ahí que la Liga Colombiana contra el Cáncer insista en que si una persona pierde más de cinco kilos en un breve periodo de tiempo (algo como cuatro meses) sin un motivo aparente, tiene que consultar con urgencia para descartar males mayores. - Tos persistente que no se va
La afectación de las vías respiratorias por compromisos tumorales puede producir irritaciones de manera temprana, lo que se manifiesta con tos persistente con diferentes características. Muchas veces, esta tos no está asociada a otros síntomas.
En ese sentido, los oncólogos sugieren que si la tos permanece por más de tres semanas, es necesario descartar la existencia de un tumor pulmonar. En estos casos es importante no disculpar la presencia del síntoma como resultado de factores aparentemente lógicos en relación con su aparición, como el clima, los virus, las alergias, el asma o los cambios de temperatura. “Siempre que haya tos de más de tres meses se debe descartar un cáncer”, explica el especialista Carlos Castro. - Masas o endurecimiento
Ganglios, bolitas, masas, abultamientos o endurecimientos en algunas regiones que se puedan palpar o hacer visibles a través de la piel siempre serán una señal de que algo no está bien.
Como es natural, la proliferación de masas o los cambios en las estructuras de los tejidos pueden ser manifestaciones primarias o reactivas de alteraciones celulares que requieren un diagnóstico urgente.
Algunos tumores, como por ejemplo los de seno, próstata o testículos, pueden dar señales directas de su presencia con estos abultamientos. De igual forma, el aumento de tamaño anormal de ganglios, con dolor o sin él, puede indicar invasión tumoral o activación de los sistemas de defensa frente a este. Por todo lo anterior no hay que dejar avanzar estas bolitas en ninguna parte. - Cambios significativos en los hábitos intestinales
Aunque no hay un patrón universal que establezca los hábitos intestinales, lo cierto es que cada persona conoce el comportamiento de su cuerpo frente a la frecuencia, consistencia y característica de su deposición.
En ese sentido, la Liga Colombiana contra el Cáncer considera que cambios abruptos y sin causa aparente de estas condiciones hacia diarreas profusas o estreñimientos, además de modificaciones en la consistencia, el tamaño y el calibre, junto con la aparición de elementos extraños como sangre, pigmentos o la ausencia de color deben ser motivo urgente de consulta.
Según explica Castro, desafortunadamente, muchos de esos síntomas son señas tardías de tumores en las vías digestivas, por lo que sugiere estar atentos de cambios, así sean mínimos, para procurar diagnósticos tempranos. En el caso de hemorragias, no hay que esperar ni un segundo. - Molestias gástricas que no se calman
“Las agrieras”, “la acidez”, “el reflujo” y las “gastritis” son términos genéricos que envuelven molestias que técnicamente se conocen como dispepsias, que cuando se presentan a repetición exigen una evaluación profunda para determinar su causa y, consecuentemente, el tratamiento. De acuerdo con el gastroenterólogo Ángel Alberto Castro, estos signos y síntomas no son menores y menos deben ser tratados de manera personal con antiácidos o remedios caseros porque pueden enmascarar alteraciones orgánicas graves.
De hecho, asegura que el cáncer de estómago es el tumor más grave en términos de mortalidad en el país y muchos desenlaces y complicaciones se deben al diagnóstico tardío en razón a que algunas personas aplazan la consulta y los exámenes por considerar que son molestias pasajeras. En ese sentido, la recomendación es que si van más allá de dos semanas es mandatorio ir al médico. - Sangrados y moretones
Tanto las pérdidas pequeñas como las abundantes de sangre sin ninguna justificación y por cualquier parte del cuerpo, como en las flemas, por la nariz, por heridas que no cicatrizan, la deposición o la orina, así como la aparición de moretones y hematomas sin antecedentes de trauma son señales que requieren atención médica urgente, bajo la premisa de que el cáncer, en muchas de sus manifestaciones, puede ocasionar estos síntomas en cualquier etapa de su curso.
Tal como con la tos, aquí no hay que disculpar estas señales, según el experto Castro, con la presencia de otras enfermedades que podrían enmascarar la aparición de un tumor. “Es el caso de personas que piensan que siempre les han sangrado las encías, tienen infecciones urinarias o son propensas a cambios en la piel por fragilidad capilar”, concluye el médico de la Liga contra el Cáncer.