Nuestros hábitos pueden tener gran influencia en el desarrollo de enfermedades degenerativas como el cáncer. Así, un estudio reciente señala que comer menos carne podría alejarnos de esta enfermedad así como también, sería de utilidad sumar pescado y vegetales a la dieta habitual.
Investigaciones previas relacionan dietas ricas en vegetales con menor riesgo de desarrollar cáncer. Por ello, un reciente estudio publicado en BMC Medicine evaluó el vínculo entre dietas vegetarianas y no vegetarianas con riesgo de todo tipo de cáncer.
Se realizó un análisis prospectivo de más de 470 mil participantes que no tenían cáncer al momento del reclutamiento, y que completaron formularios de frecuencia de consumo de alimentos.
En función de los datos recabados se clasificaron a los participantes en carnívoros regulares que eran quiénes consumían cinco veces o más por semana carne; bajos consumidores de carne que ingerían una cantidad inferior a la antes dicha; o bien comedores de pescado y vegetarianos siendo los comedores de pescado los que no consumían ningún tipo de carnes, y los vegetarianos aquellos que no consumían ni carnes ni pescados.
Tras un seguimiento de alrededor de 11,4 se registraron los cánceres incidentes incluido cáncer colorrectal, cáncer de mamá postmenopáusico y cáncer de próstata.
Los resultados señalan que, en comparación con los carnívoros o los consumidores habituales de carne, aquellos que ingerían menos carne así como también los consumidores de pescado y vegetarianos, tenían un riesgo más bajo en todos los tipos de cáncer.
Sobre todo, un menor consumo de carne se asocio con riesgo inferior de sufrir cáncer colorrectal, así como también ser consumidor de pescados o vegetariano tuvo un relación inversa con el riesgo de cáncer de próstata.
Por otro lado, las mujeres posmenopáusicas vegetarianas tenían un menor riesgo de cáncer de mama. No obstante, la relación se redujo tras considerar el índice de masa corporal, lo cual indica que el riesgo de cáncer de mama se vincula más al peso corporal.
El estudio viene a confirmar que reducir la ingesta de carne es fundamental para disminuir el riesgo de cáncer colorrectal asimismo podría ser de ayuda para atenuar las probabilidades de sufrir cáncer de próstata y también de cáncer de mama, sobre todo si esto va de la mano con una reducción de peso corporal.
Además de los deseos de prevenir enfermedades como el cáncer, siempre es recomendable sumar vegetales a la dieta habitual y si somos omnívoros, escoger pescado como fuente de proteínas en reemplazo de carnes, ya que este último grupo de alimentos puede ofrecer grasas saturadas y grasas trans (si se trata de carnes procesadas) que en nada benefician el organismo, mientras que los pescados son fuente de grasas insaturadas con efecto antiinflamatorio en nuestro cuerpo.
Fuente: https://www.vitonica.com/