Recientemente, un panel internacional de expertos sugirió que el llamado examen rectal digital para la “vigilancia activa” del cáncer de próstata debería ser reemplazado por resonancias magnéticas.
Esta noticia puede celebrarse como la superación de un examen médico intrusivo gracias a la llegada de nuevas tecnologías, pero ¿qué es exactamente un examen digital rectal (DRE, por sus siglas en inglés) y cuáles son las implicaciones de reemplazarlo?
El DRE es realizado por un médico que examina la pared rectal de un paciente insertando un dedo en el ano.
Esto les da a los médicos acceso a la glándula próstata, ayudándoles a encontrar signos de cáncer.
Antes de que se introdujera la prueba de antígeno específico de próstata (PSA) -a través de un análisis de sangre-, el DRE era el único método de detección del cáncer de próstata en hombres.
El DRE también se puede usar para detectar otros tipos de cáncer, como el cáncer de recto y el cáncer de ano.
Se puede usar para verificar si hay heces compactadas en personas con estreñimiento y, en otras circunstancias.
También se usa en mujeres para detectar cáncer, incluida la propagación del cáncer de ovario.
Hecho correctamente, no debería ser demasiado incómodo.
Y la privacidad y la buena comunicación pueden ayudar mucho a superar la vergüenza.
A todos los estudiantes de medicina se les enseña a hacerlo y durante generaciones se les ha dicho que al examinar a los pacientes: “Si no metes el dedo, puedes meter la pata”.
La glándula prostática del tamaño de una nuez se encuentra en la pelvis y rodea la uretra cuando sale de la vejiga.
Muy convenientemente, se encuentra al lado del recto y la siente fácilmente con el dedo el que hace el examen.
Si está inflamada, como en los casos de prostatitis, estará sensible.
Y en el agrandamiento benigno de la próstata, que ocurre en la mediana edad y hace que el flujo urinario sea más lento, la glándula prostática se sentirá agrandada.
En casos de cáncer de próstata, la superficie puede ser irregular y la textura firme al tacto.
Sin embargo, es bastante común que el cáncer de próstata se pase por alto en las primeras etapas de la enfermedad.
En el sistema de escuelas de medicina del Reino Unido, se pone gran énfasis en el aprendizaje de buenas habilidades clínicas.
La dependencia excesiva de la tecnología se considera potencialmente un despilfarro de recursos escasos, y parece que a los pacientes les gusta pensar en sus médicos como diagnosticadores expertos.
Pero hay momentos en que la tecnología es más precisa para encontrar enfermedades, especialmente en sus primeras etapas.
La resonancia magnética proporciona imágenes detalladas de las estructuras corporales.
A diferencia de los rayos X y la tomografía computarizada, no depende de la radiación ionizante (que está relacionada con un mayor riesgo de cáncer) y se cree que es segura.
Es buena para detectar el cáncer de próstata temprano y para la “vigilancia” (monitoreo de la enfermedad).
Pero las resonancias magnéticas son costosas y las máquinas son voluminosas, consumen mucha energía y generalmente están confinadas a los hospitales. Esto limita su uso.
Existe un análisis de sangre, el mencionado anteriormente PSA, que se utiliza como marcador de enfermedades de la próstata, pero no es específico para el cáncer.
Cuando se usa en combinación con el DRE, ayuda a detectar casos.
Pero los niveles de anticuerpos en la prueba PSA se elevan después de un DRE, lo que hace que el momento de la prueba sea incómodo.
Significa que se debe extraer sangre en una visita separada.
Entonces, ¿cuál es el papel del DRE en el diagnóstico del cáncer de próstata?
Creo que todavía tiene un lugar en la medicina.
El cáncer de próstata se propaga fácilmente a los huesos, y no es raro que se manifieste como dolor de espalda cuando se ha propagado a las vértebras.
Si se sospecha esto, los resultados positivos en el examen rectal pueden conducir a un diagnóstico más oportuno y menos demoras en obtener el tratamiento correcto.
El DRE funciona bastante mejor para el cáncer de recto.
Si el tumor está en un sitio accesible con el dedo, se puede detectar hasta el 76%.
Para el estreñimiento, el hallazgo de heces impactadas en el recto puede ahorrar el gasto y la exposición a la radiación de las investigaciones modernas, que han eliminado las radiografías del abdomen en favor de las tomografías computarizadas intensivas en radiación.
¿Pasará a la historia el examen tacto rectal?
Yo creo que no.
Es un examen barato que arroja información útil cuando se usa e interpreta correctamente.
Stephen Hughes es profesor titular de Medicina de la Universidad Anglia Ruskin.
Fuente: https://www.eltiempo.com/