Las personas que desarrollan casos anormalmente frecuentes de un cáncer de piel conocido como carcinoma de células basales parecen tener un riesgo significativamente mayor de desarrollar otro tipo de tumores, como cáncer de sangre, mama, colon y próstata, probablemente debido a mutaciones un grupo de proteínas responsables de reparar el daño en el ADN, según un estudio preliminar realizado por investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford (Estados Unidos).
“Descubrimos que las personas que desarrollan seis o más carcinomas de células basales durante un período de 10 años tienen aproximadamente tres veces más probabilidades que la población general de desarrollar otros cánceres no relacionados. Tenemos la esperanza de que este hallazgo podría ser una forma de identificar a las personas con un mayor riesgo antes de que se desarrollen los cánceres”, señala Kavita Sarin, profesora asistente de Dermatología, autora principal de este estudio, publicado en la revista ‘JCI Insight’.
Tal y como recuerda la investigadora, la piel es el órgano más grande del cuerpo y el más vulnerable al daño del ADN causado por los rayos ultravioleta del sol. “Por más que se intente, no es posible evitar por completo la exposición al sol, razón por la cual las proteínas que reparan el daño del ADN son importantes para prevenir cánceres de piel como el carcinoma de células basales. La mayoría de las veces este sistema funciona bien. Pero a veces el ‘equipo de reparación’ no puede con todo el trabajo”, detalla.
Sarin se preguntó si la piel podría servir como una especie de ‘canario en una mina de carbón’ para revelar la susceptibilidad general al cáncer de un individuo. “La piel es básicamente un experimento de mutagénesis ambulante. Es el mejor órgano para detectar problemas genéticos que podrían conducir a cánceres”, indica la dermatóloga.
Por eso, estudiaron a 61 personas tratadas en el Hospital de Stanford por carcinomas de células basales inusualmente frecuentes, un promedio de 11 por paciente durante un período de 10 años. Investigaron si estas personas pueden tener mutaciones en 29 genes que codifican proteínas de reparación del daño del ADN.
“Encontramos que aproximadamente el 20 por ciento de las personas con carcinomas basocelulares frecuentes tienen una mutación en uno de los genes responsables de reparar el daño del ADN, en comparación con el 3 por ciento de la población general. Esta cifra es sorprendentemente alta”, asegura Sarin.
Además, 21 de las 61 personas informaron antecedentes de cánceres adicionales, incluidos cáncer de la sangre, melanoma, cáncer de próstata, cáncer de mama y cáncer de colon, una prevalencia que sugiere que los pacientes con carcinoma de células basales son tres veces más propensos que la población general a desarrollar cánceres.
“Correlación muy fuerte”
Para confirmar los hallazgos, los investigadores aplicaron un análisis similar a una gran base de datos de seguros médicos. Más de 13.000 personas tenían seis o más carcinomas de células basales, y también tenían más del triple de probabilidades de desarrollar otros cánceres, incluidos cáncer de colon, melanoma y de sangre. Finalmente, los investigadores identificaron una tendencia alcista: cuantos más carcinomas de células basales informara un individuo, más probabilidades había de que esa persona tuviera además otros cánceres.
“Me sorprendió ver una correlación tan fuerte, pero también es muy gratificante. Ahora podemos preguntar a los pacientes con carcinomas basocelulares repetidos si tienen familiares con otros tipos de cáncer, y tal vez sugerir que consideren las pruebas genéticas”, comenta Sarin.
“Alrededor de 1 de cada 3 caucásicos desarrollará carcinoma de células basales en algún momento de su vida. Eso no significa que tenga un mayor riesgo de otros cánceres. Sin embargo, si le han diagnosticado varios carcinomas de células basales en unos pocos años, es posible que desee hablar con su médico acerca de si debe someterse a un cribado de cáncer más intensivo”, concluye la investigadora.
Tomado de: https://www.heraldo.es