Los síntomas inespecíficos del cáncer de páncreas retrasan el diagnóstico de la enfermedad. Hacer un mayor trabajo de cribado y apostar por pruebas diagnósticas es el reto al que se enfrentan los profesionales sanitarios.
A veces, cuando las alarmas suenan, llegan tarde. Y si bien el dolor es un aviso de que algo en el cuerpo no funciona como debiera, poco o nada se puede hacer cuando su acto de presencia precede al diagnóstico de muchas enfermedades. Es lo que ocurre con el cáncer de páncreas, un tumor que aumenta en la población año tras año y cuya mortalidad representa un 83% de su incidencia, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM).
‘‘Para llegar a un diagnóstico precoz no nos sirven los síntomas porque el 80% de los pacientes que acuden a consulta se encuentran ya en un estadio de la enfermedad avanzado’’, ha lamentado Antonio Guardiola Arévalo, gastroenterólogo en el Hospital Universitario de Fuenlabrada, en el encuentro “Unidos por la Esperanza”, organizado por la Asociación Cáncer de Páncreas en el marco del Día Mundial de la enfermedad, que tiene lugar el próximo 21 de noviembre.
El silencio de este tumor obliga a los expertos a buscar otras vías de diagnóstico precoz: ‘‘Se está trabajando mucho en cribado. Las técnicas diagnósticas que tenemos son limitadas. El TAC es la primera que se suele pedir con esta patología, pero muchas veces no detecta el tumor si es pequeño’’, ha explicado el especialista, quien ha añadido que incluso pueden hacer falta varias sesiones de endoscopia hasta confirmar el cáncer. ‘‘Todo ello supone un retraso del diagnóstico’’, ha asegurado.
Ana Paloma Sandín, miembro de la asociación, ha coincidido en que los pacientes se enfrentan a síntomas muy inespecíficos que pueden ser confundidos con otras enfermedades: ‘‘Nadie piensa que tiene un cáncer de páncreas’’. Algunos de los signos más habituales son ictericia (la piel y los ojos se tornan amarillentos), dolor de abdomen o de espalda, pérdida de peso, coágulos de sangre, náuseas o vómitos.
Según Sandín, ‘‘desde la asociación damos mucha más difusión a esos síntomas. Tratamos que los médicos de Atención Primaria y los profesionales sanitarios tengan esa probabilidad en cuenta. Este cáncer no es tan popular, no tenemos grandes supervivientes famosos que hablen de ello. Por eso, intentamos dar voz de alguna manera para que todas las instituciones que puedan hacer algo se involucren’’. Todo ello, ha continuado, para abordar también la necesidad de dar con una prueba de diagnóstico más sencilla’’.
Personas de alto riesgo
Otro punto que se tocó en el encuentro fue la necesidad de identificar personas con un mayor riesgo de padecer cáncer de páncreas. De acuerdo con Mar Noguerol Álvarez, médico del Centro de Salud Universitario Cuzco en Fuenlabrada, un paciente de alto riesgo es el que tiene, por ejemplo, dos familiares de primer grado con este tumor. Otros perfiles sobre los que se debería poner el foco son personas con pancreatitis crónicas o con lesiones quísticas. También mayores de 50 años con diabetes mellitus de tipo dos de reciente aparición y sin obesidad.
‘‘A estos pacientes hay que ofrecerles un programa de seguimiento y explicarles lo que va a suponer: pruebas anuales durante muchos años. A lo mejor hay gente que no quiere someterse a ese estrés, pero por lo menos debe contar con esa información y poder decidir’’, ha subrayado Guardiola, quien ha vuelto a insistir en el hecho de que hacen falta más medios y avances en la investigación para el diagnóstico precoz.
Al respecto, Bruno Sainz, del Instituto de Investigaciones Biomédicas Sols-Morreale (IIBM), ha aclarado que la investigación no descansa, ‘‘pero es verdad que una cosa es un descubrimiento, y otra poder aplicarlo’’. En la actualidad, ‘‘estamos trabajando en varias aproximaciones, como la biopsia líquida’’, ha añadido. Se trata de una prueba diagnóstica no invasiva del cáncer en la que a través de una muestra de sangre, orina u otro líquido corporal se buscan células cancerosas. ‘‘Se pretende encontrar biomarcadores que se puedan utilizar para diagnosticar a pacientes en estadios tempranos. El objetivo es que el 50% de pacientes que se presentan con la enfermedad avanzada se reduzca al 10%’’.
Cómo se puede prevenir el cáncer de páncreas
Noguerol ha apostado por medidas de prevención primaria para impulsar la salud pancreática y prevenir el cáncer en este órgano. ‘‘Se han hecho estudios epidemiológicos en los que el tabaco como factor de riesgo ha quedado absolutamente establecido’’, ha remarcado. Otros a los que ha hecho referencia son la obesidad y la diabetes, no solo de inicio, sino también de larga duración.
‘‘La dieta es fundamental y también durante el transcurso de la enfermedad. Por otra parte, la vacunación y el ejercicio físico son esenciales’’, ha manifestado. En definitiva, los estilos de vida saludables están relacionados con la prevención del cáncer de páncreas.
Fuente: https://cuidateplus.marca.com