Proteínas, mucha fibra y multitud de vitaminas y nutrientes. El sésamo es todo un superalimento que, además, puede que hayamos estado consumiendo durante mucho tiempo sin apenas darnos cuenta. Y es que también es conocido como ajonjolí, uno de los ingredientes más populares de muchos dulces tradicionales, como los polvorones navideños.
China y la India son, en la actualidad, los principales países de origen de la mayor parte de semillas de sésamo que consumimos. Los países de la cuenca mediterránea, y Latinoamérica, también las cultivan. En Andalucía, se cultiva en localidades como la Puebla de Cazalla, en Sevilla, algunos pueblos cordobeses y en Málaga. Sin embargo, su producción no es a gran escala por lo que la comercialización es, sobre todo, local.
No obstante, es muy resistente a la sequía y una alternativa a considerar a la hora de hacer rotación de cultivos por lo que, aunque la mecanización sigue siendo una de las grandes trabas a la hora de apostar por él, sigue siendo una opción muy recomendable para la región andaluza.
Pero, ¿por qué estas pequeñas semillas se consideran un superalimento? Para empezar, hay que concretar que la mitad del peso de las semillas de sésamo es aceite. El resto, proteínas y fibra. Además, aportan ácidos grasos saludables, calcio, hierro, fósforo, zinc, potasio y vitaminas B6 y E, entre otras propiedades.
De hecho, las semillas de sésamo tienen el doble de calcio que la leche de vaca, por lo que son una opción perfecta para los veganos y los intolerantes a la lactosa.
Además, proporcionan ácidos grasos linoleíco y alfalinoléico, lo que conocemos como Omega 3 y Omega 6. Estos ácidos esenciales no son fabricados por el organismo, por lo que es indispensable que los integremos en la dieta.
También posee ácido fítico que, según varios estudios, puede ayudar a inhibir el crecimiento de las células de cáncer de colon.
Para extraer de forma correcta todos sus beneficios, es importante masticar bien las semillas de sésamo o, en su defecto, molerlas. Un ejemplo muy sencillo es su uso como tahini, que ya se puede comprar con ese nombre en casi todos los supermercados y que no es más que sésamo molido. A partir de ahí, puede utilizarse para hacer hummus, agregar a ensaladas, salsas u otras recetas más exóticas como el baba ganoush de origen árabe.
Por otra parte, puede usarse directamente como aceite de sésamo, uno de los aceites de semillas más saludables. De hecho, contiene sesamina, que ayuda a controlar la presión sanguínea en las personas que sufren hipertensión.
Así que, todos aquellos que quieran mejorar su salud y su dieta, pueden crearse el hábito de agregar un puñado de semillas de sésamo a su ensaladas, cremas, bizcochos, o incluir el saludable hummus en sus menús.
Fuente: https://sevilla.abc.es/