Los cinco tipos de cáncer silenciosos más difíciles de diagnosticar

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), cáncer recoge un extenso grupo de padecimientos que pueden originarse en prácticamente cualquier parte del cuerpo humano. Para darle una definición sencilla, la OMS advierte que un cáncer se presenta cuando un grupo de células crece irregularmente de forma descontrolada.

Más aún, estas células pueden generar complicaciones más graves cuando invaden otras partes del organismo distintas a donde crecieron originalmente.

“El cáncer es la segunda causa de muerte en el mundo; en 2018 ocasionó 9,6 millones de defunciones, o sea una de cada seis”, advirtió la OMS en su portal web oficial. Además, indicó que entre las mujeres los tipos de cáncer más comunes son el mamario, colorrectal, pulmonar, cervical y tiroideo.

De otro lado, entre los hombres hay una mayor prevalencia del cáncer pulmonar, prostático, colorrectal, estomacal y hepático.

Un aspecto que preocupa a la OMS tiene que ver con el aumento en la “carga de morbilidad” por cáncer en todo el mundo, es decir que la cantidad de pacientes que desarrollan esta enfermedad se ha incrementado.

“Muchos sistemas de salud de países de ingresos bajos y medianos están muy poco preparados para gestionar esa carga de morbilidad, y un gran número de pacientes de cáncer de todo el mundo carecen de acceso oportuno a medios de diagnóstico y tratamiento de calidad”, ha advertido la OMS.

Una de las principales herramientas para mejorar la calidad de vida y las posibilidades de curarse que tienen los pacientes oncológicos es la detección temprana. Si los médicos identifican un cáncer que está en sus etapas iniciales, podrán atacarlo con mayor efectividad y las personas sufrirán menos sus consecuencias.

No obstante, hay algunos tipos de cáncer que popularmente se conocen como “silenciosos” debido, precisamente, a que sus síntomas pueden ser difíciles de percibir, sobre todo en las etapas tempranas.

Cinco tipos de cáncer silenciosos

El cáncer de páncreas

De acuerdo con la American Cancer Society de Estados Unidos, este tipo de cáncer es bastante difícil de diagnosticar en sus etapas tempranas debido a que se encuentra en una “región profunda” del organismo. “Por lo general, las personas no presentan síntomas sino hasta que el cáncer ha crecido mucho o ya se ha propagado a otros órganos”, advirtió esa organización. Y subrayó que no hay pruebas diagnósticas físicas que permitan confirmar la presencia de este cáncer. La única alternativa que hay hoy son las pruebas genéticas, que se les practican sobre todo a personas cuyos familiares ya han padecido la enfermedad.

Cáncer en un pulmón

Este tipo de cáncer es especialmente difícil de detectar debido a que sus síntomas tampoco aparecen sino hasta que la enfermedad ya presenta un avance considerable. Aunque las autoridades han tratado de mejorar el diagnóstico con radiografías de pecho, estas no han dado tan buenos resultados. “En los últimos años, una prueba conocida como tomografía computarizada de baja dosis (LDCT, por sus siglas en inglés) se ha estudiado en personas con un mayor riesgo de padecer cáncer de pulmón. La LDCT puede ayudar a encontrar áreas anormales en los pulmones que pueden ser cáncer”, detalló la American Cancer Society.

Cáncer en el riñón

Aunque el diagnóstico temprano del cáncer de riñón es más común, también es frecuente que se detecte solo en etapas avanzadas. ¿La razón? La American Cancer Society explicó que se debe a que a veces los tumores que aparecen en ese órgano aumentan su tamaño sin generar ningún tipo de molestia. También se debe a que los riñones no son fácilmente palpables en exámenes físicos y no hay pruebas diagnósticas que se recomienden para personas que tienen bajo riesgo de padecerlo.

Cáncer de esófago

Este es otro tipo de cáncer que solo genera síntomas cuando ya ha avanzado en el organismo. “Actualmente, ninguna organización profesional en los Estados Unidos recomienda realizar pruebas de detección para el cáncer de esófago en el público general”, indicó la American Cancer Society. La explicación es que practicarles estas pruebas a todas las personas no necesariamente reduce las tasas de mortalidad. Eso sí, se les realizan a pacientes vulnerables, como aquellos que tienen una afección llamada esófago de Barrett.

El línfoma o el tumor maligno lnfático

El Hospital San José, de Bogotá, ha señalado que este cáncer puede ser difícil de detectar precisamente porque sus síntomas pueden parecerse a otras afecciones como, por ejemplo, la gripa. Entre otras cosas, provoca fiebre, fatiga, sudoración excesiva en la noche, tos y dolor en el pecho o el abdomen. Sin embargo, tiene otros síntomas característicos que podrían ayudar a su diagnóstico como el agrandamiento de los ganglios del cuello, las axilas o la ingle y la persistencia de los ganglios aumentados de tamaño más de 4 semanas.

Fuente: https://www.semana.com

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