¿Qué tanto sabe del sarcoma?

Los sarcomas son menos comunes que los carcinomas y se encuentran en los tejidos conectivos del cuerpo, como los músculos, los huesos, los vasos sanguíneos, los tejidos adiposos y los tejidos fibrosos.

Hablar de cáncer puede ser abrumador y aún más si los términos médicos que se utilizan para describir lo que sucede en el sistema humano son complejos, causando confusión y desorientación en las personas.

Es necesario conocer y comprender las diferencias entre carcinomas y sarcomas, dos tipos de cáncer completamente diferentes y uno más conocido que otro.

Para el oncólogo Dale Shepard de Cleveland Clinic “los carcinomas son el tipo de cáncer más común y son los que la mayoría de la gente pensaría de inmediato. En comparación, con los sarcomas, los cuales son raros y la mayoría de las personas no saben qué son y no recuerdan a nadie que haya tenido uno”.

Los carcinomas son un tipo de cáncer que comienza en las células epiteliales, las cuales recubren las partes internas y externas del cuerpo. Existen diferentes tipos de carcinomas, dependiendo de cómo aparecen las células cancerosas, entre ellos:

  • Los carcinomas de células basales se desarrollan en la base de la capa externa de la piel.
  • Los carcinomas de células escamosas se forman justo debajo de la superficie de la capa externa de la piel.
  • Los carcinomas de células de transición que comienzan en los tejidos que recubren la vejiga, los uréteres, los riñones u otros órganos.

A diferencia respecto a los sarcomas, estos se originan en los tejidos conectivos del cuerpo, como los músculos, los huesos, los vasos sanguíneos, los tejidos adiposos y los tejidos fibrosos. Aunque es poco común en comparación con otros tipos de cáncer, el sarcoma puede ser agresivo y requerir un tratamiento especializado.

Hay dos tipos principales y más de 50 subtipos de sarcoma, los cuales son:

  • Los osteosarcomas comienzan en el hueso, el cartílago o la médula ósea.
  • Los sarcomas de tejido blando pueden comenzar en la grasa (liposarcoma), el músculo (rabdomiosarcoma o leiomiosarcoma), los nervios (tumores de la vaina de los nervios periféricos), el tejido fibroso (fibrosarcoma), los vasos sanguíneos o linfáticos (angiosarcoma) o los tejidos profundos de la piel (sarcoma epitelioide).

Los sarcomas son poco comunes y representan solo el 1% de todos los diagnósticos de cáncer en adultos y alrededor del 15% de los diagnósticos de cáncer infantil. Aproximadamente 16.000 sarcomas se diagnostican en los Estados Unidos cada año (alrededor de 4.000 sarcomas óseos y aproximadamente 13.000 sarcomas de tejidos blandos).

Esta enfermedad puede afectar tanto a niños como a adultos. Generalmente, en el caso del sarcoma de tejidos blandos, ocurre con mayor frecuencia en adultos. Los diagnósticos de sarcoma óseo ocurren con mayor frecuencia en niños, adolescentes y personas mayores de 65 años.

No todos los ‘omas’ son cáncer

En los cánceres, incluidos el carcinoma y el sarcoma, las células se dividen sin control, invaden los tejidos cercanos y eventualmente pueden propagarse a sitios distantes.

“Es importante saber que las masas benignas también pueden terminar en ‘oma’, que significa ‘tumor’, pero estas células se comportan y se tratan de manera bastante diferente.

Por ejemplo, las células en tumores benignos como adenomas, fibromas y angiomas no invadirán los tejidos cercanos ni se propagarán a otros sitios”, señala el Dr. Shepard.

Por lo tanto, los tumores no tienen las mismas consecuencias negativas que un carcinoma o un sarcoma. En caso de experimentar síntomas preocupantes o tener inquietudes sobre el sarcoma, es fundamental consultar a un médico especialista. El diagnóstico y el tratamiento temprano pueden marcar la diferencia en la lucha contra esta enfermedad.

 

Fuente: https://www.elcolombiano.com

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